TraceLight es un transiluminador venoso LED diseñado para facilitar el acceso venoso en pacientes adultos, pediátricos y geriátricos. Su diseño compacto y su tecnología de doble color permiten visualizar venas en distintos tipos de piel.
¿Por qué deberías utilizar TraceLight?
Mejora la visualización del árbol venoso en pacientes con pigmentación cutánea oscura o atípica.
Facilitación del acceso venoso en pacientes pediátricos y adultos.
Indicado en pacientes con antecedentes de dificultad en el acceso venoso.
Optimiza la localización de venas en pacientes geriátricos con piel fina o vasos poco visibles.
Portátil y Eficiente: Ideal para Profesionales.
Alta Eficiencia con Control de Color Independiente.
Batería Recargable y Sustituible.
Como funcionan TraceLight?
La luz ilumina uniformemente los tejidos superficiales dentro del área de visualización mediante transiluminación lateral.
Emisión luz fría
Producen un anillo de luz brillante que se enfoca hacia abajo y hacia el centro del anillo.
Soluciones que aprovechan la luz visible junto con las propiedades ópticas de la piel, también conocidas como soluciones de transiluminación: se basan en el uso de la tecnología LED. La superficie de la piel se irradia con una fuente de luz de una longitud de onda visible adecuada, lo que permite la visualización directa de las venas por las diferencias en las propiedades de los tejidos biológicos y físicos. La absorción, la dispersión y la reflexión de la luz dentro del tejido cutáneo determinarán la visualización, ya que no todas las longitudes de onda son capaces de penetrar lo suficiente en la piel. Por lo tanto, la longitud de onda emisora en este enfoque se elige conscientemente para maximizar la penetración de la luz.
La sangre desoxigenada en las venas absorbe la luz, por lo que las venas se muestran como líneas oscuras dentro del área iluminada.
Esto permite distinguirlas con mayor claridad frente a los tejidos circundantes, facilitando su visualización durante procedimientos clínicos o diagnósticos.
Las luces LED rojas y naranjas son especialmente efectivas para este propósito: las luces naranjas, con longitudes de onda más cortas, proporcionan un mayor contraste superficial; mientras que las luces rojas, con longitudes de onda más largas, penetran más profundamente en los tejidos, siendo ideales para visualizar venas en pieles más oscuras o en casos donde las venas están menos definidas.
La piel está compuesta por capas con propiedades ópticas que afectan la propagación de la luz. Al incidir sobre la superficie, entre un 4 % y 7 % de la luz visible se refleja debido al cambio en el índice de refracción entre el aire y la piel.
El resto de la luz es absorbida o dispersada, limitando su penetración. A mayor longitud de onda, mayor profundidad de penetración: la luz naranja (~590 nm) y roja (~630 nm) puede alcanzar entre 4 y 5 mm en el tejido, facilitando la visualización de vasos sanguíneos superficiales.
Referencias (formato APA):
Bashkatov, A. N., Genina, E. A., & Tuchin, V. V. (2005). Optical properties of skin, subcutaneous, and muscle tissues: A review. Journal of Innovative Optical Health Sciences, 4(1), 9–38.
Jacques, S. L. (2013). Optical properties of biological tissues: A review. Physics in Medicine & Biology, 58(11), R37–R61.
Tuchin, V. V. (2015). Tissue optics: Light scattering methods and instruments for medical diagnosis (3rd ed.). SPIE Press.